martes, 2 de diciembre de 2014

Sharing my life

La ciencia y tecnología nos han traído de la mano grandes avances en los ultimas décadas, avances que nos permiten llevar una vida más cómoda, tener mejor salud, una vida más longeva, ahorrarnos tiempo y molestias. Sin duda estos cambios han mejorado nuestras vidas en muchos aspectos y han transformado nuestras sociedades. A la vez ha crecido el debate sobre el paralelismo entre avance científico-tecnológico y progreso. De manera subyacente hallamos las diferentes opiniones sobre la influencia social que han tenido susodichos avances. Hoy me centrare en como Internet y los dispositivos móviles han afectado y afectan nuestra sociedad y su capacidad sociabilizadora.


Cuando Guglielmo Marconi invento el teléfono para poder hablar con su mujer, poco debía imaginar que su invento evolucionaría de esta manera y se acabaría convirtiendo en objeto "imprescindible" en nuestras vidas. Los teléfonos móviles no han limitado sus funciones, consiguieron tamaños prácticos, aunque ahora parece que van en linea regresiva, aumentaron sus posibilidades y han acabado substituyendo otros dispositivos, como cámaras, reproductores de música, radios etc. Han entrado en nuestras vidas y vienen para quedarse, ademas nos han creado una alta dependencia hacia ellos, que provoca que siempre tengamos una toma de corriente en menos de 20m a la redonda. Si a todo esto le sumamos el crecimiento de uno de los inventos mas revolucionarios de la historia, Internet, todo consigue unas dimensiones épicas. El auge de Internet ha provocado, una mayor accesibilidad y también han aumentado sus posibilidades en la red. Pero sin duda en los últimos veinte años lo que mas ha crecido han sido las redes sociales y demás sistemas de “sharing” con su numero de usuarios. Ambas cosas combinadas han creado un sistema social alternativo, donde cada uno tiene su propia representación y donde comparte aspectos privados de su vida.

Llegados a este punto, cuando los móviles cobran tanta importancia en nuestra vida uno llega a plantearse ciertas cosas. ¿Cual es el precio de formar parte de este sistema social en linea? Sea cual sea ¿Compensa aquello que obtenemos del mismo, la cesión de nuestra privacidad? Y por ultimo y mas importante ¿Están estos sistemas produciendo una regresión social en nuestra vida real?

El precio de formar parte de este mundo, es en primera instancia la cesión de gran parte de nuestra privacidad, cedemos nuestros derechos privados para exponer nuestras vidas al mundo entero. Y si, todos sabemos que puedes limitar dicha exposición social, pero nuestros datos están en grandes servidores privados y no podemos saber donde se va a limitar su uso, triste pero cierto. En segunda instancia esta la perdida de tiempo que supone estar pegado a las pantallas de nuestros dispositivos, sobre el tiempo solo una palabra, irrecuperable. El precio a pagar es asequible para la mayoría de personas, aunque muchas parecen no ser conscientes de estar pagando esta tasa. Pero para mi el hecho que resulta mas importante, es lo que considero una regresión social. Es decir un paso hacia atrás en nuestras relaciones sociales en la vida real. Cada vez es mas frecuente presenciar lo que los expertos ya han denominado como “caras iluminadas”, la iluminación de los rostros ajenos debido a la luz de sus dispositivos móviles. Algunos lo consideran antisocial, otros poco saludable, como algunos especialistas que han confirmado que puede provocar graves problemas cervicales a largo plazo. Yo prefiero pensar que no hay que ser drásticos, que a las redes sociales hay que darles un buen uso, que su auge no va a tardar en empezar a frenar para seguramente acabar cayendo.



Ante todo es importante que todos hagamos un ejercicio de reflexión, pensar que disfrutar de una comida es suficiente, no hace falta fotografiarla, los recuerdos tienen mejor resolución que las fotografías y las experiencias es mejor contarlas en buena compañía alrededor de una mesa que en Internet. Sino queremos perder nuestras facultades sociales, sino queremos que nuestros hijos aprendan antes a "tuitear" que a compartir los juguetes, sino queremos perdernos la gran experiencia que supone sociabilizar, debemos alejarnos de Todo es bueno en su justa medida pero no debemos caer en las redes de Internet. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario